jueves, 21 de enero de 2010

Estoy sola

Lua y sus amigos imaginarios

(Hace mucho que no dibujaba tonterías, en realidad hace mucho que no dibujaba. El gato con cara torcida es Totó, un gato callejero va por las noches a visitar a Lua -la gata gorda del centro, mi gata- y es el único amigo gatuno que le conozco, todos los demás son imaginarios; el sujeto calvo es un fraile que se encarga de cuidarlos a todos y se la pasa suspirando y el del sombrero es muy guapachoso y canta y toca la marimba para animarlos a todos.)

Extraño los secretos, contar con la voz entrecortada los sueños más reveladores y vergonzosos que he tenido, aguardar en silencio y recibir otro a cambio. Extraño pronunciar los secretos que guardamos desde infantes, vernos de pronto liberados de su peso. Extraño que me adviertan con voz silenciosa “no se lo vayas a contar a nadie” y decir lo que nunca antes habíamos dicho, lo que ni siquiera nos habíamos atrevido a escribir. Extraño tumbarme en la hierba y dejar que otro cuerpo me rodee, pasar la tarde en la rama de un árbol, reírme hasta el dolor por las cosquillas, escuchar canciones en la radio. Parece extraño, pero a veces pienso que son cosas que nunca más volverán a ocurrir.

1 comentario:

A. Sierra dijo...

Me gusta mucho leerte.